Hotel Abad Toledo

Ya es Navidad, y el mundo parece un poco mejor

Por | 21 December, 2021 | 0 comentarios

navidad

Algo hay, ¿no crees? En el ambiente flota algún tipo de sustancia o algo que nos hace sentir las emociones de una forma más pura. La risa escapa de nosotros ante la menor tontería, nos emocionamos por los pequeños detalles como si de alguna forma volviésemos a nuestra infancia. Puede que sea por las luces, por los colores, o, quizá, la excitación de volver a ver a unos familiares que llevábamos tiempo sin ver (aunque, haciendo un poco el esfuerzo, podríamos verlos cuando quisiéramos).

Sea lo que sea, algo está ahí tocándolo todo, cada cosa cotidiana, volviéndola extraordinaria. Y ese algo, que ya identificaremos al final del artículo, nos atraviesa y alcanza el hipotálamo. Volvemos a lo mencionado más arriba: las emociones bailan, reímos por tonterías porque nos volvemos un poco locos (para bien). La Navidad tiene un influjo especial que nos lleva de cabeza al buenrollismo.

Bueno, pues ese buenrollismo ha echado anclas en Toledo. Y en las calles la gente sonríe debajo de las mascarillas, los ojos delatan la felicidad. Lo que decimos, luces, colores, olor a churros y otros dulces, la plaza con el mercadillo navideño, su característico tiovivo… Todo preparado para que te lo pierdas si no vienes.

A todo esto…

¿Cuál es tu plan para esta Navidad?

¿Vas a dedicarte unos días de desconexión entre los eventos familiares?, ¿saldrás de casa? Cierto es que ‘mantita y Netflix’ es un planazo… pero lo tienes al alcance de la mano cada día del año. Dedícate tiempo de calidad fuera de la rutina. Muévete, ve a sitios que despierten nuevas dudas en tu mente, que te llevan cuestionar tu realidad. No hace falta que cojas el primer vuelo a Tailandia, no tienes por qué irte tan lejos, pero también empieza por ‘T’.

Tampoco es Turquía. Más cerca.

No, tampoco es Túnez. Es más cerca.

Y es una ciudad.

Exacto: Toledo.

Aquí tienes todo lo que necesitas; buena comida, buenas vistas y buen alojamiento (seguro que adivinas dónde).

No obstante, lo principal no es eso. ¿Verdad?

Tu enfoque determina tu realidad

Quizá te suena esto.

No vamos a ponernos en plan coach, pero tenlo claro; la forma en que te esfuerces en ver las cosas va a afectar indefectible a la forma en que estas se desarrollan. Viajar, no hace falta que sea lejos, tiene un efecto (tiene una serie de efectos de los que ya hablaremos) renovador en la mente; permite ver las cosas desde otro enfoque.

Cada vez que viajas, es como la Navidad, algo hay.

Cuando viajamos, nos esforzamos, de alguna manera, en dar el mismo valor a lo bueno que a lo malo (cuando solemos darle más peso a lo malo siempre, por supervivencia). Y ese esfuerzo que no nos cuesta nada en Navidad, viene motivado, precisamente, por la misma sustancia: tu actitud.

La Navidad no nos hace mejores personas, somos mejores personas porque queremos serlo; de ahí surge la Navidad y todo lo que la da vida.

Actitud (buena actitud, digo): algo común entre quienes viajan.

De nuevo: ¿Cuál es tu plan para esta Navidad?

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